Que tal amigos: viendo los comentarios sobre experiencia escolar, me surge contarles como resolví el caso de mis hijos.Primeramente, siempre reitero donde puedo -y especialmente en el ámbito escolar- que mi criterio personal es el sig.: no es que nuestros NO PUEDAN con la escuela; sino que es la escuela la que NO PUEDE con ellos.Nuestros chicos son un desafío para el sist educativo, no siempre éste está a la altura de las circunstancias.Como en todos los ámbitos, hay variedad.Está el docente que "ve", intuye (o escucha a los padres en su defecto), que tal chico necesita una atención un tanto más personalizada (por el déficit en las func ejecutivas por ej), o más tiempo...u otra forma de conexión que no sea la standard.Y hay otros que simplemente se limitan a entrar al aula intentando automatizar y que todos los alumnos se ajusten a sus expectativas,perdiéndose así el placer y la alegría que hallarían si dejasen fluir de cada chico lo mejor de sí, intentando trabajar REALMENTE desde el respeto a la diversidad; poniendo énfasis en cuidar el aspecto emocional de cada alumno -no solo de los asperger- siendo así catalizador logros académicos importantes cuando menos.De mis 4 hijos, la escolaridad de los tres últimos fue devastadora.Pero no porque hayan repetido, o se hubiesen llevado materias-de hecho ha habido repitencia- si no POR LO MAL QUE LA PASABAN en la escuela.No solo hablemos de ser objete de bullyng (burlas,acoso, menosprecio,extorsión) por parte de los pares -en la secundaria- sino especialmente por la actuación de los adultos responsables de ese grupo de adolesc. Docentes que para llamar al orden golpean el borrador contra el pizarrón (terrible para el oído sensible) hasta que todos se callen.Otros que si no escuchan "fuerte y claro" el presente (en segundo grado), se dirigen al chico delante de toda la clase con un "¿vos sos mudo o qué?". El famoso pre-juicio sobre la conducta del chico "y si no hiciste nada; es porque no estudiaste". O sobre los padres:" lo que pasa es que es vago; porque inteligencia tiene". O en Educ Fis:"lo que pasa es que los chicos ven que el no se mueve en el partido, no pone voluntad"Estas son solo algunas (del centenar que debo tener) frases que he tenido que oír (o ver escrito en el cuaderno de comunicados), a lo largo de mi "vida escolar" como mamá.Pero no hablemos del dolor como mamá que uno va sumando; sino de lo esencial :el impacto que tiene en los chicos ese convivir diario con un medio que no terminan de comprender (porque las reglas mutan según el profesor que entre); que abate sus aspectos sensoriales (el bullicio permanente, el grito del prof; la euforia de los partidos); que mina su autoestima con un permanente menosprecio a sus capacidades diferentes,etc; que los ha llevado a la depresión (comorbilidad incomprendida también por la escuela que responde responsabilizando a los padres de ese estado de ánimo).Comenzé a transitar consultorios con Daniel desde sus 18 meses, luego de una encefalitis.Padeció toda la época de jardín. Terminó preescolar sin una producción en la escuela, pero empezó primer grado alfabetizado.En segundo vino el mote de mudo que llevó hasta el secundario (y desde entonces efectiv.tenía mutismo en la escuela).En quinto por depresión empezó a dejar de comer y a encerrarse cada vez más.Logramos salir adelnte. En séptimo otra depresión enorme ya en abril.Daniel odiaba la escuela.Era llevado casi con la policía...Entonces decidí sacarlo de la escuela. NO SACARLO DEL SIST EDUC, sino de la obligación de concurrir físicam a la escuela. A fin de año rindió como libre todas las materias, desaprobando sólo dos.Demostré que Dani podía aprender tanto como para ir a rendir libre, SI EL ENTORNO Y LOS EDUCADORES eran los adecuados.Demostré que un asperger no necesitaba ir a una escuela especial, solo necesitaba otros tiempos, adaptar una currícula, y ser respetado por el adulto en quien él debía confiar (profesor,preceptor,etc).Trabajamos arduamente con los profesionales en aumentar la autoestima, potenciar la confianza en él mismo; aceptar que es diferente, no inferior a los demás y que no tiene nada de vergonzoso serlo.El año pasado se le dió un plan tutorial. Con ese sistema los profesoeres van dándole trabajos que luego son corregidos y promediados con las notas de las pruebas, para las cuales sí concurre a la escuela. Tan fortalecido se siente que este año dijo sí a una propuesta que le hicimos (y que la escuela aceptó) que es concurrir algunas horas en la semana a las materias que son de su interés. Concluyendo, en mi humilde opinión, no podemos dejar que maestros ineptos decidan que nuestros tienen que inevitablemente terminar en una escuela especial.No debemos "obligarlos" a los chicos a adecuarse a la escuela, sino por todos los medios y con todas las fuerzas, hacer que la escuela acepte el desafío de cambiar.Pero tambien creo fundamental cuidar la integridad emocional de nuestros hijos y si ésta está en juego (por ej por una fobia escolar, depresión,etc), separarlo de ses factor estresor por un tiempo hasta "recomponerlo", buscando alternativas como las que yo encontré.No soy profesional de salud mental (soy docente), solo escribo de padre a padre; porque creo que lo que logré conseguir para Dani, pueden conseguirlo Uds en sus respectivas escuelas.No se retraigan con el primer "no se puede".Van a encontrar muchos impedimentos.Pero sigan bregando por los derechos de sus chicos.Para los mayores de 16 años hay otras alternativas, otro día les comento.Perdonen por lo extenso del texto.Ojalá le sirva a alguien.Cariños a todos.
Maria del Carmen. Descubrí más -- grupo enhttp://groups.google.com.ar/group/AsAAr?hl=es?hl=es.
Crtesía grupo Asperger.
jueves, 22 de abril de 2010
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